Hemisferio Sur
Tras el duro invierno de noches largas, ambiente sombrío, vida vegetal inanimada y cientos de ejemplos más que definen la extraña y pesada dejadez que me produce esta estación, va ganando, minuto a minuto, cada día, desde el 25 de Noviembre, la luz a la oscuridad.
La magia de la creciente primavera comienzo a buscar en todos los detalles, y parezco tonta, porque me alegro con cada uno de sus pequeños indicios, las yemas de los árboles, las crecientes temperaturas, las fresas. las ropas de alegres colores en los escaparates…
Las primeras flores son la pequeña, breve pero emotiva dedicatoria que anuncia lo que está por venir. Tupidas alfombras florales, árboles frondosos de fresca sombra, pequeños frutos, verdes hierbas. Todas estas cosas llenan mi vida de color, fantasía y alegría.
Toda una explosión de vida en el hemisferio norte, donde vivo.
Aquel año mis bioritmos se desencajaron en el hemisferio sur, repitiendo el otoño y el invierno sin lograr recuperarme. Cómo explicar la tortura que fue vivir un año sin primavera.
Facundo
6 julio, 2012 at 4:14 AM
Yo quiero un otoño eterno.
murimar
6 julio, 2012 at 9:05 AM
Primavera y otoo seran unos aos perfectos. Si acaso un mes de verano para mojarte el culo y uno de invierno por ver la nieve. Yrum, un beso
Latidos del verano
7 julio, 2012 at 8:53 AM
Yo me muero, soy como algunas calculadoras: funciono con la luz solar.
murimar
7 julio, 2012 at 12:05 PM
Lo comparto pero al sol del verano puedes freir un huevo, o sin exagerar pelarte de arriba a bajo y complejo de serpiente no tengo. Dame un sol templadito que puedas estar en él un montón de minutos y seré feliz. Si me gusta el verano es porque soy medio sirena.
Dessjuest
8 julio, 2012 at 10:46 PM
Yo ni esos meses, primavera y otoño, sin playa, sin piscinas, sin parkas y sin calefacciones.
murimar
9 julio, 2012 at 8:00 AM
No somos de extremos, sopita caliente y buen vino. Pa lo que hemos quedao.